Por otro lado, con el calor sofocante los bebés necesitan cambiar de pañal con más frecuencia, con el peligro de que la piel se les irrite más fácilmente e, incluso, puedan coger infecciones. La falta de aire fresco hace que tanto pequeños como mayores no puedan descansar durante la noche, aumentando por lo tanto su irritabilidad durante el día.