A pesar de su invalidez, Orlando va todos los días al instituto para terminar sus estudios y tiene que coger dos autobuses.  Él sufrió el accidente cuando vivía en Panamá e iba en una moto y un coche abrió la puerta. Lamentablemente, él chocó contra ella y salió volando varios metros rompiéndose la médula. Hizo todos los esfuerzos para venir a España con el fin de ser atendido en el Centro de parapléjicos de Toledo, pero tristemente le diagnosticaron que su caso es irreversible. A pesar de esto, en el hospital San Carlos Borromeo, de Madrid, le han tratado durante varios meses para enseñarles varios procedimientos de cómo él puede, poco a poco, valerse por sí mismo.